Un experimento del MIT demuestra que herramientas de IA como ChatGPT pueden aumentar significativamente la productividad y la calidad del trabajo de los profesionales cualificados, especialmente de aquellos con competencias más débiles.

En el estudio, realizado por Shakked Noy y Whitney Zhang, del Departamento de Economía del Instituto Tecnológico de Massachusetts, participaron 453 profesionales universitarios de campos como el marketing, el análisis de datos y los recursos humanos, a los que se asignaron tareas de redacción incentivadas.

Entre los que utilizaron ChatGPT con GPT 3.5, la productividad aumentó significativamente: el trabajo se completó un 40% más rápido y la calidad de los resultados mejoró un 18%.

Los profesionales con formación universitaria que realizaron tareas de escritura profesional de nivel intermedio aumentaron sustancialmente su productividad al tener acceso a ChatGPT. La herramienta de escritura generativa aumentó la calidad del trabajo de los empleados menos cualificados y redujo el tiempo dedicado a las tareas de los trabajadores de todos los niveles de cualificación.

Del artículo

Los participantes asignados al uso de ChatGPT manifestaron disfrutar más de sus tareas y tenían el doble de probabilidades de seguir utilizando la herramienta de IA en sus trabajos reales dos semanas después del experimento, y 1,6 veces más probabilidades de seguir utilizándola dos meses después. Esto sugiere que las herramientas de IA como ChatGPT pueden ser un recurso valioso para profesionales de diversos campos.

ChatGPT destaca en la redacción clara y persuasiva

Las tareas encomendadas a los participantes, como redactar comunicados de prensa o breves informes analíticos, se diseñaron para que se parecieran a tareas reales que podrían encontrar en su trabajo diario. Estas tareas aprovechaban los puntos fuertes de ChatGPT, que incluyen la escritura clara y persuasiva.

La mitad de los participantes fueron asignados aleatoriamente a un grupo que podía utilizar la herramienta de IA en su segunda tarea. La otra mitad formó el grupo de control y recibió instrucciones para utilizar una herramienta diferente (no basada en IA), pero no se les animó a utilizarla en sus tareas.

El trabajo de estos profesionales fue evaluado por otros profesionales del mismo campo. Se les pidió que juzgaran el trabajo lo más parecido posible a lo que encontrarían en su entorno profesional habitual. Calificaron la calidad del trabajo en una escala del 1 al 7.

Los investigadores recopilaron datos e información sobre el tiempo que los participantes dedicaban a las tareas y la calidad de su trabajo. También controlaron el progreso del trabajo de los participantes a lo largo de la tarea para medir los niveles de actividad y comprobar si estaban utilizando la herramienta de IA.

Además, registraron algunas variables contextuales, como la tasa de abandono y la situación laboral, y comprobaron si eran profesionales de RRHH. La idea era comprobar si estos factores externos podían afectar a los resultados, y descubrieron que estas variables no tenían un impacto significativo en los resultados.

Sin embargo, el estudio encontró algunas limitaciones: la herramienta de IA era menos adecuada para tareas que requerían conocimientos contextuales o una precisión exacta de los hechos, o para indicaciones más vagas que requerían mucha iniciativa.

A pesar de estas limitaciones, muchos participantes afirmaron encontrar útil ChatGPT en su trabajo real, lo que sugiere que incluso las versiones más recientes de la herramienta pueden ser cada vez más útiles. Por ejemplo, se puede enseñar a ChatGPT a utilizar factores contextuales en sus respuestas, lo que la hace potencialmente útil en un número creciente de profesiones.

Aunque las herramientas de IA como ChatGPT no hacen obsoletos a los expertos humanos, los datos de este estudio sugieren que pueden complementar las habilidades humanas, aumentando la productividad y reduciendo la desigualdad entre los trabajadores.

Un hallazgo contradictorio es que los participantes que utilizaron ChatGPT enviaron generalmente los resultados de la IA con poca o ninguna edición, lo que sugiere que la tecnología en este experimento sustituyó, más que complementó, el esfuerzo humano.

En cualquier caso, los resultados del estudio de Noy y Zhang sólo permiten vislumbrar los efectos inmediatos sobre la productividad de herramientas de IA como ChatGPT; no abordan los posibles efectos a largo plazo sobre los mercados laborales y las estructuras organizativas. La medida en que se puede mejorar la GPT es una de las cuestiones clave para su impacto.

El mundo real es más complejo que el escenario del estudio

Los investigadores señalan varias limitaciones en su trabajo. El estudio se centró principalmente en tareas específicas que requerían una redacción genérica: clara, persuasiva y no dependiente de un contexto significativo.

Aunque ChatGPT sobresalió en este tipo de tareas, la mayoría de los proyectos profesionales del mundo real requieren un conocimiento específico del contexto y un alto grado de precisión factual, áreas en las que la iteración actual de herramientas de escritura de IA como ChatGPT puede quedarse corta, como ya se ha mencionado.

Muchas de las tareas a las que se enfrentan los profesionales pueden implicar objetivos e instrucciones más ambiguos, en los que la creatividad, la adaptabilidad y la capacidad de decisión humanas pueden ser clave. A diferencia de los trabajadores humanos, las herramientas de IA no pueden comprender plenamente los sutiles matices y complejidades de las tareas ni adaptarse por sí solas cuando las instrucciones no son precisas.

Otra limitación clave es la dependencia del experimento de incentivos directos basados en el rendimiento en forma de primas por un trabajo de calidad. Además de un pago base de 10 dólares, los participantes podían recibir una bonificación adicional de hasta 14 dólares en función de la calidad de su trabajo, con el objetivo de incentivar el alto rendimiento. Estas primas a corto plazo pueden no reflejar fielmente los incentivos del mundo real, que a menudo incluyen perspectivas de ascenso a largo plazo, objetivos de desarrollo profesional y la importancia de mantener un estilo o marca personal, escriben los investigadores. Estos incentivos a largo plazo pueden, de hecho, reducir la utilidad de herramientas de escritura de IA como ChatGPT.

En mi opinión, la omisión más flagrante es que el estudio no tiene en cuenta el tiempo y el esfuerzo necesarios para comprobar los resultados de ChatGPT.

En general, especulamos con que, en relación con nuestros resultados experimentales, los efectos directos de la productividad de ChatGPT en la economía real serán algo menores y la tecnología complementará en mayor medida a los trabajadores humanos. Hasta qué punto esto es cierto sigue siendo una cuestión abierta.

Del artículo

Aunque las herramientas de IA pueden acelerar el proceso e incluso mejorar la calidad de la redacción, la necesidad de comprobar los hechos puede compensar este ahorro de tiempo, sobre todo en tareas que requieren una precisión exacta de los hechos. Los futuros avances de la tecnología de IA tendrían que mejorar significativamente en este ámbito para ser útiles de forma más fiable.

Impacto potencial de la IA en el mercado laboral

Los investigadores especulan con la posibilidad de que aumente la demanda de servicios a medida que se abaraten gracias a la mejora de la productividad de la IA.

Por ejemplo, si el precio de los servicios de programación disminuyera significativamente como resultado de la eficiencia de la IA, esto podría provocar un aumento de la demanda y, en consecuencia, un aumento del empleo en el sector. Sin embargo, este podría no ser el caso de profesiones como la publicidad o la comunicación. La demanda podría permanecer estable y el empleo podría disminuir, ya que se necesitarían menos trabajadores.

La introducción de la IA también puede afectar a la composición de la mano de obra. Las funciones dentro de las organizaciones podrían cambiar, dada la creatividad y el criterio que requieren profesiones como la publicidad. La cuestión es si, por ejemplo, los puestos subalternos podrían dedicarse a perfeccionar los resultados de la IA, mientras que los puestos superiores proporcionarían aportaciones conceptuales. Esto podría cambiar radicalmente el funcionamiento de las industrias y la forma de emplear a las personas.

El papel de la IA en áreas como la programación podría tener diferentes implicaciones para los salarios. Si la herramienta de IA requiere un programador experto para revisar sus resultados y refinar las instrucciones, los salarios podrían aumentar debido a la mayor demanda de profesionales especializados. Sin embargo, si sólo se requieren conocimientos básicos de programación para trabajar con IA, podría producirse un exceso de oferta de programadores cualificados, lo que podría dar lugar a salarios más bajos a pesar del aumento de la productividad.

Las prácticas tradicionales de promoción y contratación también pueden verse afectadas por la adopción generalizada de tecnologías de IA como ChatGPT. Por ejemplo, las herramientas de IA pueden cambiar la forma de evaluar el rendimiento mediante el registro y la observación de los empleados. Este proceso puede afectar a las escalas salariales y las prácticas de contratación, así como cambiar la cultura organizativa en torno al esfuerzo y el rendimiento. Con información de The Decoder.