China parece estar adaptando su industria de IA suavizando sus políticas de IA para uso industrial, pero no para la IA generativa en el espacio público. Aunque esto puede permitir que el público tenga acceso a una IA generativa menos potente, el objetivo sigue siendo proteger el sistema de valores socialista.

China ha publicado nuevas directrices para los servicios de IA generativa que siguen restringiendo el uso público por motivos políticos, al tiempo que fomentan el desarrollo industrial. La Administración del Ciberespacio de China (CAC) suavizó su postura respecto al borrador de normas de abril, una señal general de que el gobierno quiere fomentar el desarrollo de la IA.

El tono general es más suave que el del primer borrador de abril, como informa Reuters, y sólo las organizaciones que ofrezcan sistemas de IA al público tendrán que pasar por un proceso de revisión de seguridad. En lugar de fijar objetivos elevados que deban cumplirse en todos los casos, las normas exigen ahora a las empresas que desarrollen medidas eficaces para alcanzarlos.

Las normas de abril establecían que cada modelo tendría que someterse a una revisión de seguridad gubernamental y amenazaban con multas de hasta 100.000 yuanes (14.027 dólares) por infringir las normas, una amenaza que ahora se ha retirado, según la CNN.

La inteligencia artificial generativa debe ajustarse a los valores socialistas

Sin embargo, las organizaciones que ofrecen al público servicios de IA generativa, como generadores de texto e imágenes, deben seguir garantizando que los resultados generados se ajustan a las ideas del gobierno chino.

Los servicios de IA generativa deben adherirse a los «valores fundamentales del socialismo» y no intentar subvertir el poder del Estado o el sistema socialista.

Además, los datos de entrenamiento deben proceder de fuentes legítimas y no violar los derechos de propiedad intelectual. Otras normas abordan cuestiones como evitar la discriminación, los derechos humanos, la transparencia y el etiquetado de los contenidos generados por IA.

Las nuevas normas transitorias entrarán en vigor el 15 de agosto.

¿Se está perjudicando China a sí misma en la carrera de la IA?

Es probable que el carácter socialista de la IA generativa pública plantee un reto fundamental a los desarrolladores de estos sistemas. O bien tendrán que aceptar restricciones en la selección de datos de entrenamiento, o bien tendrán que intentar restringir posteriormente un modelo de IA completamente entrenado mediante políticas y sistemas de censura, sin que el modelo pierda rendimiento.

Si se mantienen estas restricciones, la población china podría tener acceso a sistemas de IA generativa menos potentes que en Occidente. El chatbot Ernie de Baidu, por ejemplo, evita los temas críticos y las preguntas sobre el presidente chino Xi Jinping.

Llevando esta idea adelante, y suponiendo que los prometidos aumentos de productividad y los nuevos procesos de trabajo de la IA generativa lleguen realmente a buen puerto, China podría quedarse rezagada en la carrera de la IA con EE.UU. y el resto del mundo, a pesar de una posible ventaja de datos.